jueves, 1 de septiembre de 2016

UN VELERO LLAMADO NOWANDA

Siempre me ha llamado la atención los nombres de los barcos. Encierran variedad de sentimientos, recuerdos u homenaje a familiares, como también a eméritos personajes civiles, militares, científicos, o simplemente de amigos, y de fechas, efemérides, denominaciones geográficas, y hasta en ocasiones  caprichos de los políticos.

Empezaré por el Nowanda de  nuestro amigo Fico,  que quienes tuvimos la suerte de conocerle no olvidaremos.



"El Club de los poetas muertos" es una película profunda donde confluye realismo e idealismo.  Tiene un desenlace dramático de uno de los protagonistas (le llaman Nowanda), por una serie de circunstancias desencadenando por la imposición del padre a que se inscribiera en una academia naval militar, por la que no sentía vocación y sí sometido con su libertad mermada. 


Jóvenes idealistas que se sentían oprimidos y deseaban ir en contra del statu quo impuesto por la sociedad, y en ocasiones por los propios padres. Época de sueños, la mayoría utopías que no llegamos a realizar al adentrarnos en la realidad de la vida, y obliga a abandonar las románticas quimeras; por unos aparcadas en el pasado, por otros guardadas con la esperanza de realizarlas, en un rincón de su corazón.

No conocía el porqué de ese nombre. No se lo pregunté, y acostumbro a hacerlo. Su esposa Mimi,  que vive en el recuerdo  de su marido y amigo,  me comentó que para Fico tenía un doble sentido: por una parte, Nowanda era como un grito de guerra, de quien sin medios para nada se atreve a todo; por otra, significaba vivir en libertad, disfrutando de la vida aprovechando los conocimientos que rodeaban su existencia.

Conociendo los avatares de su acaecer, la rebeldía ante la injusticia, y su idealismo, es fácil comprender que en el nombre de su barco reflejaba  lo que él deseaba...

Era un hombre que recibió crueles, continuos y enormes zarpazos de afección, y a pesar de la crueldad mantuvo su sueño hasta el último momento.

He ahí el nombre de Nowanda... El de Fico: ¡Oh capitán! ¡Mi capitán!.






Solo al soñar tenemos libertad, siempre fue así y siempre lo será
Robin Williams















                                                             
                                                        
                                                                                                     

lunes, 4 de julio de 2016

TRADICIONES MARINERAS: EMPAVESAR

Dice, la Enciclopedia General del Mar de Garrigues de la empavesada: "Faja de paño o lona, con listas de colores, que servía para adornar las bordas y las cofas de los buques en días señalados". También se dice del paño azul con franjas rojas usado para cubrir los asientos de popa de las falúas o los botes, llegando el costumbrismo a diferenciar su uso en verano con franjas azules o en invierno aquéllas.



Del italiano impavisare (cubrir), antiguamente formar el empavesado consistía en proteger la embarcación con paveses* para defenderse del enemigo, tal como se aprecia en esta nave almogávar saliendo de Torre para embarcar a los cofrades de Tarraco en una bonita imagen captada por un fotógrafo de la època...Como aquellos escudos eran de gran colorido decidieron dejarlos al arribar a su puerto para adornar sus naves con el regocijo de sus paisanos, unos por la alegría de los que regresaban vivos, otras por el estado de viudedad en el que ingresaban...

Drakkar, o galera saliendo de Torredembarra...

Actualmente, con el desarrollo de la electrónica, las lanzas arrojadas por el enemigo se desvían  (si no falla la batería), por las ondas que a modo de deflector cubren todo el buque... Por ello, hoy los marineros no tienen necesidad de colocar su pavés en la batayola y el empavesado ha pasado a una función más lúdica: engalanar la embarcación cubriendo las bordas, y adornando palos y vergas con banderas y gallardetes en señal de regocijo. 

Tampoco hay que pasarse...
Aquí menos, pero países que mantienen sus tradiciones (aunque no sean en todos sus actos ejemplo de virtudes), tienen por costumbre hacer extensiva determinada celebración  empavesando su embarcación. Igual da el recibir a un invitado a bordo que al arribar una flota de amigos a un puerto con ocasión de una regata.
En Torredembarra, precisamente en un bautismo de mar que hacemos anualmente a alumnos de La Matinada, empavesamos nuestras embarcaciones en la última edición, y no pasó desapercibido a los embarcados, que agradecieron el colorido detalle e hizo más festiva la jornada.

Igual se empavesa uno de 100 m que de 6...


El próximo día 16 es la festividad del Carmen. Una tradicional fiesta en la que pescadores y demás marinos profesionales la celebran durante el día, y finalizan con una procesión por la mar a la que se unen muchas embarcaciones para acompañar a la imagen.
Independientemente de la festividad religiosa es una celebración arraigada en el mundo de la mar que merece la pena conservar, y participar aunque tan solo sea empavesando las embarcaciones. Si los barcos mercantes y de la Armada utilizan el código internacional de señales es porque lo tienen, pero no es imperativo ya que por 2,5 €, se pueden adquirir unas guirnaldas de banderas resistentes en los chinos que hacen la misma función.
Merece la pena acompañar a los pescadores y marinos profesionales en su fiesta engalanando los barcos. Sabemos lo duro de su trabajo y es una muestra de respeto, consideración y solidaridad, fomentando de paso la tradición.
https://amicorumnautorum.blogspot.com.es/2014/07/la-virgen-del-carmen-festividad-de-la.html

Torredembarra. Festividad del Carmen 2015


Parece que ha desaparecido la mala costumbre de utilizar los artículos pirotécnicos caducados durante la procesión. Son unos objetos peligrosos en buen estado, conque caducados aumenta el riesgo considerablemente, sobre todo los cohetes.


* Pavés: escudo.





lunes, 22 de febrero de 2016

LA LLIGA CREUERS SIGUE. 5ª PRUEBA

La cosa pintaba bien, una regata con la flota de Tarragona, pero por falta de comunicación el RCMT tuvo que anularla ya que el viernes por la noche tan solo había tres embarcaciones inscritas. Una lástima y desconsideración a los organizadores por el tiempo perdido. Esperemos que la próxima ocasión correspondamos con diligencia a su invitación, y a los favores que nos hacen. Si no cambiamos de proceder, en lugar de montarnos boyas, cedernos amarres y poder disfrutar de sus espléndidas instalaciones, recibirán a nuestra flota como Boca Negra a los britis en La Rochelle...


Desilusionados, una vez superada la tristeza de no zarpar y la pena del gozo perdido al no sentir la fragancia del calçot desnudo, y  demás vianda que seguro esperaba, sin olvidar también los quintales de olorosos y coloridos caldos, y aún más, las bebidas espirituosas que acompañan al buen yantar cuando al patrón aguarda una tranquila siesta a bordo mientras los galeotes laboran, y a buen recaudo quedan los puntos como prudente conductor, optamos por cambiar el campo de regatas por el de Torredembarra, y procurando dejar en el olvido superamos la añoranza de aquellas cuchipandas que acostumbraron en ciertas latitudes los romanos y los más jóvenes "de aquella época" mantienen viva la tradición del buen yantar, Ya lo dice el refrán: en demanda de pan y cebolla se arriba al puerto amigo (rimar, no rima, pero no queda mal).


El follón estaba armado: sin flota suficiente, patrones embroncados  por la poca formalidad de unos y el buen proceder ¡de otro!, sin comité, ni tan siquiera una miserable boya, caímos en el desánimo, eso sí, colectivo, que es más llevadero que individual. La desesperación ya era nuestra, pero la oportuna llamada de un cofrade de la Imperial, sirvió de arenga para afrontar la trágica situación convocando a capitanes y bajo promesa del habilitado para abonarles los atrasos por los servicios prestados, uniéronse las flotas cosetanas consiguiendo formar una escuadra de 12 navíos; poca cantidad, si bien es cierto, pero la mejor y más alabada y envidiada por la Taberna del Puerto.
Ya solo faltaba boya. embarcación y marinero-juez-boyero... El sábado por la noche sin solución para el problema, ya nos habíamos comprometido con la flota aliada. A las 10:00, la cosa sin resolver, pensando como última solución alquilar un autocar e irnos todos a Port Aventura, aunque eramos conscientes de que ello no quitaría la ansiedad de la competición, y también estábamos expuestos a las reclamaciones oportunas por engaño, desplazamientos innecesarios, y lo que procediere.
Como si hallada la lámpara de Aladino, apareció Albert (Cues), el contramaestre del puerto, y como el trabajo  lo permitía, se hizo con boya, goma (embarcación), dos banderas, radio, y lo más importante ausente hasta ese momento; disposición positiva para colaborar y hacer un favor.


Arribaron a puerto a las 9:30 el Mery, Joia, Rampell, Odas y Arán II, que formaron flota con el Mustang, Eureka, Quimelu, Grop III, Ñeque, Stamitz y Papaya,si bien los dos últimos no participaron. Apesadumbrados porque no pintaba nada bien la jornada por ausencia de viento, pero una vez más no acertaron y arrumbando al emisario de Roda nos acompañó un SSE de 10 kn que hizo una travesía cómoda y agradable sin nada que destacar, salvo que el Grop ¡no quedó primero!, en tiempo compensado, naturalmente... En esta jornada el Bravo Zulú para Eureka, pero no, la reclamación de la distancia anotada hizo que expertos medidores dieran fe de que había una diferencia de 2,9'; obligándose deportívamente los protagonistas a intercambiar la poltrona, y a los patrocinadores hacer un desembolso adicional de dos banderas bien merecidas para el Grop III, pero no menos para el Eureka que con un 36' consiguió dar batalla al líder de Lliga. El comité reunido en sesión urgente, así lo acordó.


Lo que parecía una frustrada jornada, se convirtió en una agradable salida. Como de costumbre no falta el agradecimiento al Port de Torredembarra y RCM Tarragona.



Bravo Zulú

Grop III y Eureka 




   

viernes, 29 de enero de 2016

NUESTRO AMIGO FICO DEL NOWANDA


No hace mucho tiempo tuve la suerte de conocerlo,  pero estar con él me causaba la impresión de que eramos viejos amigos. Era extrovertido, abierto, sin rincones y contagiaba su pasión por la mar. Para él, navegar era vivir en libertad, inhiberse de lo supérfluo, buscar la felicidad, el Jardín de las Hespérides. Era un hombre afable, alegre,  espiritual, de buena casta, de los que ante la adversidad no se achican; emergen.


La última vez que salimos a navegar fue con la condición de que no hiciera a bordo labor alguna, que se abrigara y llevara la caña. Estaba exultante en la rueda, irradiaba felicidad, y te hacía sentir a gusto.



Salvo raras excepciones, el nombre de los barcos representa un recuerdo personal o histórico, ofrenda, deseo,  motivo comercial, y, cuando no, sobre todo en embarcaciones deportivas, un sentimiento, un sueño del armador. El de Fico era el Nowanda: el grito de vivir en libertad, de una persona que aprovecha la vida y acapara los conocimientos de todo lo que vive. Había pensado preguntarle el porqué de ese nombre, pero no llegué a tiempo y ha sido su esposa quien me lo ha explicado.


No recuerdo con exactitud, pero creo que era tataranieto, bisnieto, nieto, hermano e hijo de marinos (bisnieto de Isaac Peral), conque no es de extrañar la ilusión y lo que disfrutaba navegando, así como el apego que tenía a las tradiciones y temas marineros. Por ello, y quizá también por el recuerdo que le quedó de su paso por el Colegio de Huérfanos de la Armada, su funeral finalizó con una emocionante Salve Marinera.

                                       
Le visité dos días antes de dejarnos. Charlamos, aunque ya asomaba su cansancio, durante casi media hora, y como era costumbre, con frecuencia, el tema fue la familia. Me comentó lo feliz y agradecido que estaba a los suyos, del cariño con que lo trataban, lo orgulloso que se sentía de ellos,  y de lo arropado que se hallaba por todos; su esposa Mimi, sus hijos, Quico, Javier, Pablo, su nieto Javi, y Myriam, la niña de sus ojos, me dijo él, aunque puntualizando que a todos se quiere igual, pero las niñas...  Le asentí, teníamos una recíproca confianza. Ya agotado, acordamos que la próxima visita hablaríamos solo de barcos, me dijo que de acuerdo, y en su mirada noté una piadosa, resignada y amigable despedida...


Siempre que pierdes a un familiar o a un amigo, se hace presente la injusticia de que se vayan los buenos y quede tanto indeseable, pero inmediatamente, quizá actuando el subconsciente para aliviarte el dolor, piensas que no es posible, que las personas queridas no lo hacen definitivamente, que nos aguardan, que están Ahí. Cuando navegas con una noche estrellada, estás solo y contemplas el firmamento, se afirma tu creencia de que así es.

               


"Hay que buscar, para saber tu tumba, por el firmamento"
Juan Ramón Jiménez